Siglo XVIII: Fuentes
George Glas
George Glas fue un médico y marino inglés que a finales del siglo XVIII quiso establecer una factoría en el puerto de Mar Pequeña, en las costas occidentales de África, con el propósito de intercambiar productos ingleses y europeos por los de la zona. Intentando comerciar también en Canarias, se desplaza en una lancha desde la costa africana a Lanzarote, pero siendo detenido el 29 de noviembre de 1764 le decomisan la mercancía, le encarcelan e incomunican en el Castillo de la isla. Permaneció encerrado durante todo un año hasta que fue liberado, gracias a la intervención de su país. Ya de regreso a Inglaterra, unos piratas se adueñan del barco, matan a la tripulación y a Glas, y arrojan al mar a su mujer e hija, que también viajaban con él en la nave.
Ese mismo año, antes de los hechos mencionados, George Glas había publicado una obra sobre las Islas Canarias titulada A Description of the Canary Islands, editada por R. and J. Dodsley, en Pall-mall, y por T. Drham, en Londres. La edición española se llama Descripción de las Islas Canarias, y fue editada por el Instituto de Estudios Canarios de Tenerife, en el año 1982. En esta obra nuestro protagonista nos presenta una información útil para el conocimiento del protestantismo en Canarias en el siglo XVIII, de la cual lo siguiente es una muestra:
1. Detalla algunos métodos empleados por la Inquisición para impedir la divulgación del protestantismo: «Cuando llega un barco extranjero a las islas y se permite que el capitán baje a tierra, se le lleva a un funcionario de la Inquisición, que lo interroga, para saber si trae en su barco algunos libros o pinturas en contra de la doctrina o las ceremonias de la iglesia de Roma; y le obligan a firmar un papel, por el cual se compromete, si tuviera alguno, a no bajarlo a tierra o exponerlo a la vista, y, asimismo, mientras se encuentre en la isla a no hablar contra la religión de Roma, a no burlarse de sus ritos y ceremonias.« /…/ «Muy recientemente los funcionarios de la Inquisición inspeccionaron todas las librerías de las islas y o bien pusieron una marca en aquellos libros que juzgaron impropios para ser leídos o se los llevaron.« George Glas, Opus cit, p 155.
2. Relata la negativa de un hugonote a arrodillarse ante una imagen en la Orotava, su represión y las posibles consecuencias que eso tuvo sobre el comercio isleño: «Un capitán de un buque francés que se encontraba en la Orotava estaba en el puerto, conversando con algunos marchantes, en cuyo momento pasó el Santísimo cerca de ellos; todos los comerciantes, al verlo, se arrodillaron en señal de respeto y reverencia, como se acostumbraba en esta parte del mundo; pero el francés, siendo hugonote, se quedó de pie y cubierto, aunque los demás trataron de hacer que se arrodillara y se quitara el sombrero /…/ la Inquisición, interrogaron acerca de aquel asunto. Ellos [los comerciantes] consiguieron quedar libres de culpa, pero no pudieron evitar que arrestaran al capitán /…/ los comerciantes, con algún discreto clérigo, se dirigieron a la Inquisición e hicieron comprender a sus funcionarios que el tomar en cuenta lo ocurrido no tendría más consecuencia que alarmar a los holandeses, ingleses y hamburgueses con el temor de venir a las islas, lo cual destruiría por completo su comercio.« George Glas, Opus cit, p 157.
3. Describe como se procura reducir protestantes al catolicismo (la primera parte de la información que sigue hace referencia a un cirujano inglés, proveniente de un buque que había naufragado frente a las islas en 1749, que se estableció en la islas Canarias para ejercer la medicina): «Los curas y frailes, que habían estado afanándose para convertirlo, pretendieron que le había dado la promesa de abrazar la fe católica, renunciando públicamente a su herejía. Poco después se enfermó; le acosaron con insistencia, pero sin resultado; pues al recobrarse de su enfermedad, él persistió en sus errores; lo cual los exasperó de tal manera, que lo obligaron a dejar la isla.» George Glas, Opus cit, p 158. «Todos los extranjeros que no sean católicos romanos son fuertemente importunados, a su llegada, para hacerse prosélitos; pero se ha observado que todos los que fueron convencidos en cambiar su religión, con vistas a cambiar su suerte, pronto cayeron en la pobreza y perdieron la estima de aquellos mismos que se habían empeñado en convertirlos. George Glas, Opus cit, p 161.
4. Piensa que los protestantes son los culpables de crear una falsa leyenda negra contra la Inquisición: «Escandalosas y falsas relaciones que se hacen en los países protestantes sobre los procedimientos de la Inquisición; tales como que sus funcionarios se llevan a mujeres vírgenes a sus prisiones para satisfacer su lujuria, o acusar falsamente a hombres ricos de herejía con objeto de hacerse con su riqueza, etc. /…/ ningún hombre ni mujer, en las islas Canarias, haya sido jamás tratado de tal manera…» George Glas, Opus cit, p 156.
5. Observa como nadie excepto los católicos pueden pertenecer a la sociedad, al tiempo que se produce cierta tolerancia con los grandes comerciantes protestantes por razones económicas: «En Tenerife ningún judío, pagano o mahometano puede de ninguna manera pertenecer a la sociedad: ni tampoco los protestantes, a menos que sean importantes negociantes. El clero no se preocupa de entrometerse con ellos: probablemente tienen órdenes de Roma de no molestarlos, por miedo a enredarse con los ingleses o los holandeses, y que la causa de la disputa en consecuencia se haga pública, lo que en último lugar dañaría el interés de la iglesia. Anteriormente no era cosa no común que la Inquisición se apoderara de los Cónsules holandés o inglés.» George Glas, Opus cit, p 159-160.
6. Afirma que los hugonotes son los más expuestos a ser procesados por la Inquisición a causa de la ineptitud de sus cónsules: «Los protestantes que en Tenerife está más expuestos a la censura de la Inquisición son los hugonotes franceses, pues ellos no tienen a nadie que les proteja ante ella. Los Cónsules franceses aquí siempre han sido gentes de mente estrecha, que jamás mantuvieron la dignidad de su función ni la gloria de su nación; de otra manera habrían protegido a sus compatriotas de los insultos del clero, incluso si hubieran profesado el paganismo.» George Glas, Opus cit, p 160. Está convencido de que los hugonotes que residen en las islas profesan más abiertamente sus creencias que en su propio país: «Me ha asombrado a menudo qué podía inducir a los hugonotes a profesar abiertamente su religión en este país, cuando disimulan algunos de sus principios en el propio…» George Glas, Opus cit, p 160.
7. Dice que los católicos canarios se extrañan al ver el buen comportamiento de los protestantes que habían imaginado como brutos e inmorales: «Todos los habitantes de las Islas Canarias son fieles católicos, y cuando ven a alguno de otra convicción comportarse con la decencia corriente, se encuentran grandemente sorprendidos, imaginando que los herejes difieren poco de los brutos; pues estas gentes son, con mucho, más ignorantes y supersticiosos que los católicos de Alemania y otros países, en donde los papistas y los protestantes conviven en la misma comunidad civil.» George Glas, Opus cit, p 160.
8. Habla de la existencia en Canarias de varias denominaciones protestantes: «… El clero protestante de todas las denominaciones… George Glas, Opus cit, p 161.
9. Menciona los efectos colaterales que la intolerancia de la Inquisición y de la Iglesia Católica producía en la sociedad isleña de ese entonces: «El poder de la Inquisición y de la Iglesia, en lo temporal, impedía su libertad, así como que reducían su industria.» (Dice esto hablando sobre el comercio canario) George Glas, Opus cit, p 162.
La información que aporta George Glas es interesante porque procede de un observador de lo que sucede en Canarias en el siglo XVIII que es católico y extranjero. Como católico no puede ser acusado de parcialidad, como frecuentemente se hace por algunos historiadores con los viajeros protestantes que anduvieron por Canarias desde esa época en adelante. Y como extranjero no actúa siguiendo los prejuicios locales, lo que le permite percatarse de la relación causa efecto entre el fanatismo e intolerancia religiosa de las autoridades civiles y religiosas canarias y sus consecuencias en la vida social y económica de las islas.
José Luis Fortes Gutiérrez
Teólogo e historiador